Nuevas Tecnologias

miércoles, abril 27, 2005

Los ordenadores, como cualquier otro recurso, no son un fin en sí mismos. Su utilización se debe valorar en función del modelo de enseñanza que se persigue, de la finalidad a la que se los destina, del modo de utilizarlos y de las repercusiones que su uso conlleva.No hacemos futurología si afirmamos que en el transcurso de los próximos diez años, la mayoría de nuestr@s niñ@s se moverán con absoluta soltura entre pantallas, teclados y ratones. El ordenador se convertirá en un elemento más del proceso educativo, una herramienta más de trabajo cuya eficacia dependerá del uso que de ella se haga.Efectivamente, los ordenadores valen no sólo para transmitir conceptos, procedimientos, etc., sino también para despertar el interés del alumno, guiarle en un determinado proceso de pasos a seguir, facilitarle la sensación de que progresa, señalarle lo fundamental de lo accesorio, ejercitarle en unas destrezas, etc. En definitiva, comunicar cultura y formas de conectar con ella.

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cortesia de miarroba.com